Episode 456: 25 de Diciembre de 2024 - Devoción Vespertina - ¨Salmos¨

Daniel Ramos Podcast

DEVOCIÓN MATUTINA VESPERTINA

“SALMOS

Narrado por: Joyce Vejar

Desde: Arizona, USA

Una cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist Church
25 DE DICIEMBRE

SALMO 68

«Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios» (SAL. 68:35, RVR1960).

Al inicio de este impactante salmo Jehová es presentado como un Rey poderoso y justo con Su pueblo, y a medida que avanzamos en estos versos vamos descubriendo otro aspecto de Su magnífico poder: que Dios es temible con Sus enemigos. Tal como hallamos en estas estrofas, Dios aplastará a todos Sus enemigos.

Estos versículos presentan una convicción abrumadora al describir el triunfo final y absoluto de Dios sobre todos Sus adversarios. Dios vencerá, puesto que Él confunde los planes del maligno y esparce a todos los enemigos de Su pueblo (v. 30); Dios vencerá, pues Él herirá mortalmente la cabeza de Sus enemigos (v. 21) hasta que los pies de Su Siervo estén rojos de tanta sangre como habrá pisado (v. 23).

Cuando eso acontezca, los perros lamerán la sangre de los adversarios de Jehová, así como en su día lamieron la sangre de la malvada reina Jezabel (1 Rey. 22:38).

Dios vencerá aplastando la cabeza de Su enemigo, como ya anunció Dios mismo a la serpiente en el Edén: «Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le heridas en el calcañar» (Gén. 3:15, RVR1960).

Israel contemplará el despliegue glorioso del poder de Dios y se gozará en la gran victoria final de Jehová. Los versículos 24 al 27 describen al pueblo del Señor en procesión alabando a su rey y dando gracias a Dios por haberle dado la fuerza para vencer en la batalla: «Tu Dios ha ordenado tu fuerza» (v. 28); «el Dios de Israel, Él da fuerza y vigor a su pueblo» (v. 35). Pero entonces vemos que el canto no solo incluye a Israel, sino que todos los pueblos están también invitados a unirse a esta gran alabanza: «Reinos de la tierra, cantad a Dios, cantad al Señor» (v. 32).

Ante tal victoria sobre los adversarios de Dios todos los reinos de la tierra entonarán cánticos de júbilo. Aun hoy todos los reinos están invitados a unirse a este canto de celebración. Nosotros también, los que antes no éramos pueblo, ahora somos pueblo y festejamos Su victoria. Aun hoy todos aquellos que son enemigos de Dios pueden ser derrotados con Su gracia sublime, antes de ser vencidos mañana con Su justa ira. Al final del salmo el salmista entona «Temible eres, oh Dios» (v. 35). Así como la paz vertida sobre Su Israel, el pueblo de la fe, es inmensa, también es grande la ira terrible que le espera a los enemigos de Cristo. Si tú aún no estás en Cristo, quiera el Señor que estos versos te muevan a correr hacia Él; si ya estás escondido en Cristo, quiera el Señor que te muevan a alabarle aun con más júbilo por una salvación tan perfecta. Recuerda que «el que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él» (Juan 3:36).