Player FM - Internet Radio Done Right
Checked 9M ago
اضافه شده در four سال پیش
محتوای ارائه شده توسط Iris Arellanes. تمام محتوای پادکست شامل قسمتها، گرافیکها و توضیحات پادکست مستقیماً توسط Iris Arellanes یا شریک پلتفرم پادکست آنها آپلود و ارائه میشوند. اگر فکر میکنید شخصی بدون اجازه شما از اثر دارای حق نسخهبرداری شما استفاده میکند، میتوانید روندی که در اینجا شرح داده شده است را دنبال کنید.https://fa.player.fm/legal
Player FM - برنامه پادکست
با برنامه Player FM !
با برنامه Player FM !
پادکست هایی که ارزش شنیدن دارند
حمایت شده
T
This Is Woman's Work with Nicole Kalil


Let’s talk about adulting— actual adulting. Not just paying bills or keeping a houseplant alive, but the kind that involves emotional maturity, healthy boundaries, and conscious self-leadership. Because let’s be honest, most of us weren’t taught how to be fully functioning adults… and it shows. Joining us is Michelle Chalfant , licensed therapist turned holistic life coach, creator of The Adult Chair® model, and author of the new book The Adult Chair: Get Unstuck, Claim Your Power, and Transform Your Life . With millions reached through her podcast, coaching programs, and retreats, she’s here to walk us through the five pillars of being a healthy, grounded adult. Here’s the truth: being an adult isn’t about checking boxes or pretending you’re fine. It’s about owning your truth. Feeling your feelings. Practicing compassion without letting yourself off the hook. It’s about setting firm boundaries—with no need for justification—and recognizing that your triggers are not flaws, they’re clues. None of us were handed a guidebook for how to grow up emotionally. We inherited patterns from people who were figuring it out as they went. But what Michelle shares today is empowering: it’s never too late to unlearn what no longer serves you and become the adult you were meant to be. Whether you’re starting this work or knee-deep in your personal development era, this episode will meet you where you are—and help you move forward with clarity, self-trust, and strength. Connect with Michelle: Website: https://theadultchair.com/ Book: https://theadultchair.com/book IG: https://www.instagram.com/themichellechalfant/?hl=en FB: https://www.facebook.com/@TheMichelleChalfant/ YouTube: https://www.youtube.com/c/michellechalfant Related Podcast Episodes: How To Build Emotionally Mature Leaders with Dr. Christie Smith | 272 Boundaries vs. Ultimatums with Jan & Jillian Yuhas | 297 Gentleness: Cultivating Compassion for Yourself and Others with Courtney Carver | 282 Share the Love: If you found this episode insightful, please share it with a friend, tag us on social media, and leave a review on your favorite podcast platform! 🔗 Subscribe & Review: Apple Podcasts | Spotify | Amazon Music Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices…
Lecturas y fonemas explicit
علامت گذاری همه پخش شده(نشده) ...
Manage series 2917765
محتوای ارائه شده توسط Iris Arellanes. تمام محتوای پادکست شامل قسمتها، گرافیکها و توضیحات پادکست مستقیماً توسط Iris Arellanes یا شریک پلتفرم پادکست آنها آپلود و ارائه میشوند. اگر فکر میکنید شخصی بدون اجازه شما از اثر دارای حق نسخهبرداری شما استفاده میکند، میتوانید روندی که در اینجا شرح داده شده است را دنبال کنید.https://fa.player.fm/legal
Cuentos, poemas, textos, pensamientos y lecturas en voz alta. ¿Te gusta? ¿Crees en este proyecto? Si te hacen sentir algo o alegran tu ser, puedes invitarme un café y enviarme tu amor a través de una pequeña donación aquí: https://ko-fi.com/lecturasyfonemas O si lo prefieres, puedes contarme cuál episodio es tu favorito, qué te hizo sentir y de qué color son los textos que escuchas. Amo leerles y que me manden mensajitos es el apoyo moral que necesito, un abrazo. (ɔ◔‿◔)ɔ♥ No olviden SUSCRIBIRSE en todas las plataformas que me escuchen para que les llegue notificación cuando haya nuevo capítulo. Youtube: Lecturas y fonemas Twitter: @Irisarellanes Facebook: Lecturas y Fonemas Instagram: @irisarellaness
…
continue reading
120 قسمت
علامت گذاری همه پخش شده(نشده) ...
Manage series 2917765
محتوای ارائه شده توسط Iris Arellanes. تمام محتوای پادکست شامل قسمتها، گرافیکها و توضیحات پادکست مستقیماً توسط Iris Arellanes یا شریک پلتفرم پادکست آنها آپلود و ارائه میشوند. اگر فکر میکنید شخصی بدون اجازه شما از اثر دارای حق نسخهبرداری شما استفاده میکند، میتوانید روندی که در اینجا شرح داده شده است را دنبال کنید.https://fa.player.fm/legal
Cuentos, poemas, textos, pensamientos y lecturas en voz alta. ¿Te gusta? ¿Crees en este proyecto? Si te hacen sentir algo o alegran tu ser, puedes invitarme un café y enviarme tu amor a través de una pequeña donación aquí: https://ko-fi.com/lecturasyfonemas O si lo prefieres, puedes contarme cuál episodio es tu favorito, qué te hizo sentir y de qué color son los textos que escuchas. Amo leerles y que me manden mensajitos es el apoyo moral que necesito, un abrazo. (ɔ◔‿◔)ɔ♥ No olviden SUSCRIBIRSE en todas las plataformas que me escuchen para que les llegue notificación cuando haya nuevo capítulo. Youtube: Lecturas y fonemas Twitter: @Irisarellanes Facebook: Lecturas y Fonemas Instagram: @irisarellaness
…
continue reading
120 قسمت
همه قسمت ها
×Nadie puede dudar de que las cosas recaen. Un señor se enferma, y de golpe un miércoles recae. Un lápiz en la mesa recae seguido. Las mujeres, cómo recaen. Teóricamente a nada o a nadie se le ocurría recaer pero lo mismo está sujeto, sobre todo porque recae sin conciencia, recae como si nunca antes. Un jazmín, para dar un ejemplo perfumado. A esa blancura, ¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo? El mero permanecer es recaída: el jazmín, entonces. Y no hablemos de las palabras, esas recayentes deplorables, ni de los buñuelos fríos, que son la recaída clavada. ★ Support this podcast ★…
Soñar no cuesta nada "Siempre miraba en la puerta en el suelo a la entrada por si había algún papelito por si se te había ocurrido pasar por si habías sentido la necesidad de pasar y siempre que volvía de Viña tenía el sueño de encontrarte ahí sentada en la puerta sentada en la escalera y siempre te saludaba y así me aliviaba, en una ínfima medida me aliviaba. también cuando los perros ladraban mucho pensaba que eras tú que podías ser tú porque así le ladran los perros a las personas que no conocen y el viento en las ramas del damasco y en las hojas y el viento en las plantas también eras tú también podías ser tú y los perritos que vienen a pedir cáscaras de queso también podías ser tú pero nunca fuiste tú nunca en ninguno de estos casos fuiste tú siempre fue el viento y los perritos y los pasos de otras personas y los ladridos para otras personas y ya no te confundo con los pies de los perritos y ya no te confundo con el viento entre las ramas y ya no te confundo con el viento entre las hojas y ya no te confundo con el viento entre las plantas y ya no te confundo conmigo y ya no me confundo contigo y ya no nos confundo a los dos. " ★ Support this podcast ★…
L
Lecturas y fonemas

Así que, cuando nada salva, en ese lugar donde siempre estoy sola y son las tres de la mañana, no busco alivio. Tan sólo recuerdo aquella tarde y hago lo que dijo mi padre: contemplo al enemigo y me quedo quieta. Después, como todo el mundo, sobrevivo. ------ Quieta He pensado a menudo en esta escena; un atardecer de cuando yo empezaba a ser adolescente y estaba en mi dormitorio apenada por, supongo, algún novio, mi padre entró, se sentó a mi lado y me dijo que todo lo que tenía que hacer para dejar de estar triste era pensar, una por una, en todas las escenas que me habían provocado esa tristeza. Que repasara el dolor, una y otra vez, hasta gastarlo: «Hasta que, cuando pienses en eso, ya no te produzca nada», dijo. Después se levantó y se fue. ¿Pudo haberme aniquilado? Pudo. Me dio, en cambio, templanza y voluntad de sobreviviente. Hay un poema, llamado «Desiderata», del poeta chileno Claudio Bertoni, que dice: «Piensas que despertar te va a aliviar / y no te alivia / piensas que dormir te va a aliviar / y no te alivia / piensas que el desayuno te va a aliviar / y no te alivia / piensas que el pensamiento te va a aliviar / y no te alivia / piensas que hacer un trámite te va a aliviar / y no te alivia / […] / piensas que el sol te va a aliviar / y no te alivia / piensas que llover te va a aliviar / y no te alivia / piensas que conversar te va a aliviar / y no te alivia / piensas que oír las noticias te va a aliviar / y no te alivia / […] / piensas que el tiempo te va a aliviar / y no te alivia». El dolor es el dios que a menudo nos convoca. Cuando toca caminar en medio de un valle de sombra de muerte, cuando no está claro qué parte de mí soy yo o el monstruo que me habita, sé —lo sé— que nada alivia. Ni despertar ni dormir ni tomar desayuno ni pensar ni hacer un trámite ni el sol ni la lluvia ni hablar ni quedarse muda. Así que, cuando nada salva, en ese lugar donde siempre estoy sola y son las tres de la mañana, no busco alivio. Tan sólo recuerdo aquella tarde y hago lo que dijo mi padre: contemplo al enemigo y me quedo quieta. Después, como todo el mundo, sobrevivo. ------- Este texto fue publicado por primera vez en el periódico "el País", en la columna semanal de Guerriero, posteriormente publicado en su libro "Teoría de la gravedad" que recoge algunos textos de ella. ★ Support this podcast ★…
No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores... El tronco seco dará nuevas hojas. Las lágrimas vertidas se harán perlas de un collar nuevo; romperá la sombra un sol precioso que dará a las venas la savia fresca, loca y bullidora. Tú seguirás tu ruta; yo la mía y ambos, libertos, como mariposas perderemos el polen de las alas y hallaremos más polen en la flora. Las palabras se secan como ríos y los besos se secan como rosas, pero por cada muerte siete vidas buscan los labios demandando aurora. Mas... ¿lo que fue? ¡Jamás se recupera! ¡Y toda primavera que se esboza es un cadáver más que adquiere vida y es un capullo más que se deshoja! ★ Support this podcast ★…
Ahora quiero amar algo lejano... Algún hombre divino Que sea como un ave por lo dulce, Que haya habido mujeres infinitas Y sepa de otras tierras, y florezca La palabra en sus labios, perfumada: Suerte de selva virgen bajo el viento... Y quiero amarlo ahora. Está la tarde Blanda y tranquila como espeso musgo, Tiembla mi boca y mis dedos finos, Se deshacen mis trenzas poco a poco. Siento un vago rumor... Toda la tierra Está cantando dulcemente... Lejos Los bosques se han cargado de corolas, Desbordan los arroyos de sus cauces Y las aguas se filtran en la tierra Así como mis ojos en los ojos Que estoy sonañdo embelesada... Pero Ya está bajando el sol de los montes, Las aves se acurrucan en sus nidos, La tarde ha de morir y él está lejos... Lejos como este sol que para nunca Se marcha y me abandona, con las manos Hundidas en las trenzas, con la boca Húmeda y temblorosa, con el alma Sutilizada, ardida en la esperanza De este amor infinito que me vuelve Dulce y hermosa... ★ Support this podcast ★…
Voy a dormir Alfonsina Storni Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados. Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera; una constelación; la que te guste; todas son buenas; bájala un poquito. Déjame sola: oyes romper los brotes… te acuna un pie celeste desde arriba y un pájaro te traza unos compases para que olvides… Gracias. Ah, un encargo: si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido… ★ Support this podcast ★…
El artículo completo lo puedes leer acá: c239a81a-552d-41de-a323-9a99451d02e1 (revistadelauniversidad.mx) Página 148. ★ Support this podcast ★
Espero curarme de ti Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad. ¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras de amor están entre dos gentes que no se dicen nada. Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: “qué calor hace”, “dame agua”, “¿sabes manejar?”, “se hizo de noche”. Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho “ya es tarde”, y tú sabías que decía “te quiero”). Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón. ★ Support this podcast ★…
L
Lecturas y fonemas

... En medio del odio descubrí que había, dentro de mí, un amor invencible. En medio de las lágrimas descubrí que había, dentro de mí, una sonrisa invencible. En medio del caos descubrí que había, dentro de mí, una calma invencible. Me di cuenta a pesar de todo eso... En medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible. Y eso me hace feliz. Porque esto dice que no importa lo duro que el mundo empuja contra mí; en mi interior hay algo más fuerte, algo mejor, empujando de vuelta. ★ Support this podcast ★…
L
Lecturas y fonemas

Réquiem Ningún cielo extranjero me protegía, ningún ala extraña escudaba mi rostro, me erigí como testigo de un destino común, superviviente de ese tiempo, de ese lugar. EN LUGAR DE UN PRÓLOGO En los terribles años del terror de Yezhov hice cola durante siete meses delante de las cárceles de Leningrado. Una vez alguien me "reconoció". Entonces una mujer que estaba detrás de mí, con los labios azulados, que naturalmente nunca había oído mi nombre, despertó del entumecimiento que era habitual en todas nosotras y me susurró al oído (allí hablábamos todas en voz baja): -¿Y usted puede describir esto? Y yo dije: -Puedo. Entonces algo como una sonrisa resbaló en aquello que una vez había sido su rostro. DEDICATORIA Un dolor semejante podría mover montañas, e invertir el curso de las aguas, pero no puede hacer saltar estos potentes cerrojos que nos impiden la entrada a las celdas atestadas de condenados a muerte... Para algunos puede soplar el viento fresco, para otros la luz solar se desvanece en el ocio, pero nosotras, asociadas en nuestro espanto, sólo escuchamos el chirriar de las llaves y las pisadas de las recias botas de la soldadesca. Como si nos levantáramos para misa primera, día a día recorríamos el desierto, andando la calle silenciosa y la plaza, para congregarnos, más muertas que vivas. El sol había declinado, el Neva se había opacado y la esperanza cantaba siempre a lo lejos. ¿Que sentencia se dictó?... Ese gemido, ese repentino fluir de lágrimas femeninas, señala a una distinguiéndola del resto, como si la hubieran derribado, arrancándole el corazón del pecho. Entonces déjenla ir, trastabillando, a solas. ¿En dónde estarán ahora mis innombrables amigas de aquellos dos años de estadía en el infierno? ¿Qué espectros se burlan de ellas ahora, en medio de la furia de las nieves siberianas, o en el círculo nublado de la luna? ¡A ellas les lloro, Hola y Adiós! . Introducción Era aquella una época en que sólo los muertos podían sonreír, liberados de las guerras; y el emblema, el alma de Leningrado, pendía afuera de su casa-prisión; y los ejércitos de cautivos, pastoreados en los patios ferroviarios, se evadían de la canción entonada por el silbato de la máquina, cuyo refrán iba así: ¡Váyanse parias! Las estrellas de la muerte pendían sobre nosotros. Y Rusia, la inocente, la amada, se contorsionaba bajo las huellas de botas manchadas de sangre, bajo las ruedas de las Marías Negras. 1 Llegaron al amanecer y te llevaron consigo. Ustedes fueron mi muerte: yo caminaba detrás. En el cuarto oscuro gritaban los niños, la vela bendita jadeaba. Tus labios estaban fríos de besar los iconos, el sudor perlaba tu frente: ¡Aquellas flores mortales! Como las esposas de las huestes de Pedro el Grande me pararé en la Plaza Roja y aullaré bajo las torres del Kremlin. 2 Apaciblemente fluye el Don Apacible; hasta mi casa se escurre la luna amarilla. Brinca el alféizar con su gorra torcida y se detiene en la sombra, esa luna amarilla. Esta mujer está enferma hasta la médula, esta mujer está completamente sola, con el marido muerto, y el hijo distante en prisión. Rueguen por mí. Rueguen. 3 No, no es la mía: es la herida de otra gente. Yo nunca la hubiera soportado. Por eso, llévense todo lo que ocurrió, escóndanlo, entiérrenlo. Retiren las lámparas... Noche. 4 Ellos debieron haberte mostrado —burlona, delicia de tus amigos, ladrona de corazones, la niña más traviesa del pueblo de Pushkin— esta fotografía de tus años aciagos, de cómo te colocas junto a un muro hostil, entre trescientos a…
1 Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos. Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa Revela insensibilidad. El que ríe Es que no ha oído aún la noticia terrible, Aún no le ha llegado. ¡Qué tiempos estos en que Hablar sobre árboles es casi un crimen Porque supone callar sobre tantas alevosías! Ese hombre que va tranquilamente por la calle, ¿Lo encontrarán sus amigos Cuando lo necesiten? Es cierto que aún me gano la vida. Pero, creedme, es pura casualidad. Nada De lo que hago me da derecho a hartarme. Por casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara, estaría perdido.) Me dicen: «¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!» Pero ¿cómo puedo comer y beber Si al hambriento le quito lo que como Y mi vaso de agua le hace falta al sediento? Y, sin embargo, como y bebo. Me gustaría ser sabio también. Los viejos libros explican la sabiduría: Apartarse de las luchas del mundo y transcurrir Sin inquietudes nuestro breve tiempo. Librarse de la violencia, Dar bien por mal, No satisfacer los deseos y hasta Olvidarlos: tal es la sabiduría. Pero yo no puedo hacer nada de esto: Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos. 2 Llegué a las ciudades en tiempos del desorden, Cuando el hambre reinaba. Me mezclé entre los hombres en tiempos de rebeldía Y me rebelé con ellos. Así pasé el tiempo Que me fue concedido en la tierra. Mi pan lo comí entre batalla y batalla. Entre los asesinos dormí. Hice el amor sin prestarle atención Y contemplé la naturaleza con impaciencia. Así pasé el tiempo Que me fue concedido en la tierra. En mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos. La palabra me traicionaba al verdugo. Poco podía yo. Y los poderosos Se sentían más tranquilos sin mí. Lo sabía Así pasé el tiempo Que me fue concedido en la tierra. Escasas eran las fuerzas. La meta Estaba muy lejos aún. Ya se podía ver claramente, aunque para mí Fuera casi inalcanzable. Así pasé el tiempo Que me fue concedido en la tierra. 3 Vosotros, que surgiréis del marasmo En el que nosotros nos hemos hundido, Cuando habléis de nuestras debilidades, Pensad también en los tiempos sombríos De los que os habéis escapado. Cambiábamos de país como de zapatos A través de las guerras de clases, y nos desesperábamos Donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y, sin embargo, sabíamos Que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia Pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros, Que queríamos preparar el camino para la amabilidad No pudimos ser amables. Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos En que el hombre sea amigo del hombre, Pensad en nosotros Con indulgencia. ★ Support this podcast ★…
Holita, en este espisodio te leo fragmentos de "Primavera con una esquina rota", con la finalidad de que te genere ganas de leerlo completo. Este libro me ha hecho emocionarme, reír y también sufrir por todas la desgracias de LATAM, habla del dolor del exilio y la separación, la libertad y su ausencia, el autoritarismo y la represión, pero sobre todo del amor, la pasión y la familia. Posee una calidad narrativa y exquisita y unos personajes entrañables. Una chulada, si te gusta comparte, suscríbete y dale mucho amor. Lean y amen ♥ [¿Te gustó? Dame amor, invítame un café: ko-fi.com/lecturasyfonemas - Ko-fi ❤️ ] ★ Support this podcast ★…
Texto Publicado en Instrucciones para vivir en México , compilado por Guillermo Sheridan. México: Editorial Joaquín Mortiz, 1990. Jorge Ibargüengoitia (Guanajuato, México, 1928 - Madrid, 1983) Malos Hábitos Levantarse temprano El viernes pasado encontré en Revista de Revistas un artículo escrito por mi buen amigo Loubet que es una especie de oda a los que se levantan temprano. Además de bien escrito está bien ilustrado. Allí aparecen los panaderos, los lecheros, los barrenderos, los que van a hacer ejercicio en Chapultepec, los niños que piden aventón para llegar a clase de siete, etcétera. Esta lectura, unida a la circunstancia de que hoy tuve que levantarme a las cinco de la mañana, me han hecho recapacitar y llegar a la conclusión de que francamente, levantarse temprano no sólo es muy desagradable, sino completamente idiota. Ahora comprendo que los últimos veinte anos los he pasado en un mundo dado a la molicie. —Paso por ti cuando reviente el alba. Es decir, a las nueve y media de la mañana —dicen mis amigos. Pues sí, un mundo dado a la molicie del que no pienso salir. Los efectos de madrugar son de muchas índoles, pero todos ellos corrosivos de la personalidad. Hay quien se levanta temprano a fuerzas, se para frente al espejo a bostezar y a arreglarse el cabello y la cara con el objeto de dar la impresión de que se lavó. Este intento generalmente es patético. Si alcanza lugar sentado en el camión que lo lleva al trabajo se duerme sobre el hombro del vecino, desayuna en la esquina del lugar donde trabaja unos tamales, o bien dos huevos crudos metidos en jugo de naranja -que es una mezcla que produce cáncer en el intestino delgado- pasa la mañana sintiéndose infeliz, trabajando un poquito y quitándose las lagañas; se va de bruces en el camión de regreso, a las seis de la tarde. Los que se levantan temprano a fuerzas constituyen un grupo social de descontentos, en donde se gestarían revoluciones si sus miembros no tuvieran la tendencia a quedarse dormidos con cualquier pretexto y en cualquier postura. En vez de revolucionar, gruñen y dicen que el destino les hizo trampa. Los que madrugan por gusto son peores. —Yo siento que la cama materialmente me avienta a las cinco de la mañana. —Mal veo despuntar el sol, brinco de la cama, abro la ventana y pregunto “¿solecito, solecito, qué quieres de mí hoy?” —Cuando me estoy rasurando oigo el canto del primer jilguero, después, un regaderazo con agua helada, me seco con una toalla especial de ixtle para que me abra el poro, y por último mi té de boldo. Quedo como nuevo. Esta clase de gente tiene la costumbre de salir a la calle de noche y caminar con paso vivaz por el centro del asfalto —le temen a la banqueta, porque creen que hay gente agazapada en los zaguanes, lista para asaltarlos; no se dan cuenta de que los asaltantes están dormidos a esa hora— dejan a su paso una estela de agua de Colonia o talco desodorante que queda flotando en el ambiente hasta que pasa el primer autobús. Van a misa de cinco, a la Adoración Nocturna, a hacer ejercicio, a pasear un perro desmañanado, o, peor todavía, a despertar al velador del edificio para que les abra el despacho. Son por lo general, gente de dinero y creen que la fortuna que tienen se las concedió Dios nomás por el gusto que le da verlos levantarse temprano. Aconsejan esta práctica saludable a todo el que encuentran -en realidad no tienen otro tema de conversación, inventarían refranes si pudieran, como no pueden, repiten el consabido de “al que madruga, Dios le ayuda”, que es una afirmación que carece de fundamento histórico. Esta clase de personajes también tiene la tendencia a obligar niños a que les piquen la panza con el dedo. —Mira niño, es como de fierro. Aprende: estoy así porque me levanto temprano. Tengo sesent…
El cuento pertenece al libro "El hombre ilustrado" de Ray Bradbury, lo puedes descargar y leer el cuento completo acá. «¿Tienes miedo? -No. Siempre pensé que tendría mucho miedo, pero no. -¿Dónde está ese instinto de autoconservación del que tanto se habla? -No lo sé. Nadie se excita demasiado cuando todo es lógico. Y esto es lógico. De acuerdo con nuestras vidas, no podía pasar otra cosa. -No hemos sido tan malos ¿no es cierto? -No, pero tampoco demasiado buenos. Me parece que es eso. No hemos sido casi nada, excepto nosotros mismos, mientras que casi todos los demás han sido muchas cosas, muchas cosas abominables.» ★ Support this podcast ★…
Se recomienda escuchar el audio a la par que se sigue la lectura. El ensayo completo lo puedes descargar acá: https://drive.google.com/file/d/1xCh6VzyLCuqftOn79HNHkKMWlCEX5m_3/view?usp=sharing Algunas notas del ensayo: «Puede decirse que nuestro problema no consiste sola ni principalmente en que no seamos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello que nos proponemos; que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal. En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo.» «Hay un verdadero abismo de la acción, que consiste en la exigencia de una entrega total a la «causa» absoluta y concibe toda duda y toda crítica como traición o como agresión.» «Lo que el hombre teme por encima de todo no es la muerte y el sufrimiento, en los que tantas veces se refugia, sino la angustia que genera la necesidad de ponerse en cuestión, de combinar el entusiasmo y la crítica, el amor y el respeto.» «Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades.» «En el carnaval de miseria y derroche propio del capitalismo tardío se oye a la vez lejana y urgente la voz de Goethe y Marx que nos convocaron a un trabajo creador, difícil, capaz de situar al individuo concreto a la altura de las conquistas de la humanidad.» «Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón.» «En medio del pesimismo de nuestra época surge la lucha de los proletarios que ya saben que un trabajo insensato no se paga con nada, ni con automóviles ni con televisores; surge la rebelión magnífica de las mujeres que no aceptan una situación de inferioridad a cambio de halagos y protecciones; surge la insurrección desesperada de los jóvenes que no pueden aceptar el destino que se les ha fabricado.» ★ Support this podcast ★…
L
Lecturas y fonemas

El texto completo lo puedes leer acá: Coral Herrera Gómez Blog : Nunca te enamores de un votante de (extrema) derecha (haikita.blogspot.com) 1. -La mayoría se define como "conservadores", es decir, quieren que todo siga como está, sin cambios. 2. Sienten un profundo desprecio hacia la gente que cree y lucha por un mundo mejor . 3. Sufren todas las enfermedades de transmisión social, pero no buscan tratamiento para su odio. 4. Creen que tus impuestos no son para que tú vivas mejor: 5. por eso apoyan la evasión fiscal y las bajadas de impuestos para ricos. 6. Creen que el motor de la economía son los grandes banqueros y empresarios, pero entienden que ellos están para recibir dinero, no para contribuir al desarrollo de un país . 7. Creen que los empresarios y los políticos tienen derecho a robar del dinero que ponemos entre todos y todas, porque para eso están en el poder. 8. Creen que si no has triunfado en la vida, es porque realmente no quieres. Los votantes de derechas desprecian profundamente a los pobres. 9. Si no tienes dinero para pagarte unas gafas, unos audífonos, una silla de ruedas o un tratamiento dental, si no puedes curarte un cáncer ni tienes para un seguro médico, pensarán: "jodeté, no te has esforzado lo suficiente". 10. Creen que tu pobreza es inevitable, y necesaria . 11. Creen que los ricos son gente que se esfuerza y trabaja mucho, y por tanto se merecen acaparar los recursos de un país. 12. Se oponen a la renta básica universal porque si todo el mundo tuviera ingresos y por tanto, derechos, ¿a quién explotarían esos grandes empresarios? 13. Si eres mujer, recuerda que los votantes de derechas se oponen a los derechos de las mujeres y de las niñas. 14. Defienden con ardor el derecho de los embriones a nacer, pero una vez que nacen, no quieren ni oír hablar de los derechos de la infancia. 15 . No sólo están en contra del derecho a tener una vida digna, sino que también están en contra del derecho a una muerte digna . 16. Están en contra del derecho al amor y al matrimonio igualitario. 17. Si necesitas cuidados médicos, recuerda que los votantes de derechas están en contra del derecho universal a la salud. 18. Si quieres estudiar, recuerda que están en contra del derecho universal a la educación . 19. Los votantes de derechas creen que los derechos humanos son solo para unos pocos, y creen que son una oportunidad de negocio increíbe. 20. No podrás nunca construir una relación igualitaria: los de derechas creen que unas personas son superiores a otras, y que las superiores tienen derecho a dominar, explotar y abusar de las inferiores . 21. Son tan misóginos y machistas que creen que las mujeres son culpables de las agresiones que sufren. 22. Los votantes de derechas practican la caridad y no la justicia social . 23. Les encanta la violencia: muchos de los votantes de derechas creen que tienen derecho a torturar animales o asistir a espectáculos en los que se les tortura. 24. Son negacionistas de la violencia machista y del cambio climático. 25. Creen que es más importante la economía que tu vida, y la vida de la gente , pero cuando hablan de "la economía", se refieren a las finanzas de los ricos, no a la economía de la población. 26. Defienden las guerras "porque la venta de armas estimula la economía" . 27. Defienden el saqueo de los países más pobres por parte de las transn…
L
Lecturas y fonemas

PARA LOS QUE llegan a las fiestas ávidos de tiernas compañías, y encuentran parejas impenetrables y hermosas muchachas solas que dan miedo —pues uno no sabe bailar, y es triste—; los que se arrinconan con un vaso de aguardiente oscuro y melancólico, y odian hasta el fondo su miseria, la envidia que sienten, los deseos; para los que saben con amargura que de la mujer que quieren les queda nada más que un clavo fijo en la espalda y algo tenue y acre, como el aroma que guarda el revés de un guante olvidado; para los que fueron invitados una vez; aquellos que se pusieron el menos gastado de sus dos trajes y fueron puntuales; y en una puerta, ya mucho después de entrados todos, supieron que no se cumpliría la cita, y volvieron despreciándose; para los que miran desde afuera, de noche, las casas iluminadas, y a veces quisieran estar adentro: compartir con alguien mesa y cobijas o vivir con hijos dichosos; y luego comprenden que es necesario hacer otras cosas, y que vale mucho más sufrir que ser vencido; para los que quieren mover el mundo con su corazón solitario, los que por las calles se fatigan caminando, claros de pensamientos; para los que pisan sus fracasos y siguen; para los que sufren a conciencia porque no serán consolados, los que no tendrán, los que pueden escucharme; para los que están armados, escribo. Los demonios y los días, 1956 ★ Support this podcast ★…
Silencio Es tan vasto el silencio de la noche en la montaña. Y tan despoblado. En vano uno intenta trabajar para no oírlo, pensar rápidamente para disimularlo. O inventar un programa, frágil punto que mal nos une al súbitamente improbable día de mañana. Cómo superar esa paz que nos acecha. Silencio tan grande que la desesperación tiene vergüenza. Montañas tan altas que la desesperación tiene vergüenza. Los oídos se afilan, la cabeza se inclina, el cuerpo todo escucha: ningún rumor. Ningún gallo. Cómo estar al alcance de esa profunda meditación del silencio. De ese silencio sin memoria de palabras. Si es muerte, cómo alcanzarla. Es un silencio que no duerme: es insomne; inmóvil, pero insomne; y sin fantasmas. Es terrible: sin ningún fantasma. Inútil querer probarlo con la posibilidad de una puerta que se abra crujiendo, de una cortina que se abra y diga algo. Está vacío y sin promesas. Si por lo menos se escuchara al viento. El viento es ira, la ira es vida. O nieve. La nieve es muda pero deja rastro, lo emblanquece todo, los niños ríen, los pasos resuenan y dejan huella. Hay una continuidad que es la vida. Pero este silencio no deja señales. No se puede hablar del silencio como se habla de la nieve. No se puede decir a nadie como se diría de la nieve: ¿oíste el silencio de esta noche? El que lo escuchó, no lo dice. La noche desciende con las pequeñas alegrías de quien enciende lámparas, con el cansancio que tanto justifica el día. Los niños de Berna se duermen, se cierran las últimas puertas. Las calles brillan en las piedras del suelo y brillan ya vacías. Y al final se apagan las luces más distantes. Pero este primer silencio todavía no es el silencio. Que espere, pues las hojas de los árboles todavía se acomodarán mejor, algún paso tardío tal vez se oiga con esperanza por las escaleras. Pero hay un momento en que del cuerpo descansado se eleva el espíritu atento, y de la tierra, la luna alta. Entonces él, el silencio, aparece. El corazón late al reconocerlo. Se puede pensar rápidamente en el día que pasó. O en los amigos que pasaron y para siempre se perdieron. Pero es inútil huir: el silencio está ahí. Aun el sufrimiento peor, el de la amistad perdida, es sólo fuga. Pues si al principio el silencio parece aguardar una respuesta —cómo ardemos por ser llamados a responder—, pronto se descubre que de ti nada exige, quizás tan sólo tu silencio. Cuántas horas se pierden en la oscuridad suponiendo que el silencio te juzga, como esperamos en vano ser juzgados por Dios. Surgen las justificaciones, trágicas justificaciones forzadas, humildes disculpas hasta la indignidad. Tan suave es para el ser humano mostrar al fin su indignidad y se: perdonado con la justificación de que es un ser humano humillado de nacimiento. Hasta que se descubre que él ni siquiera quiere su indignidad. Él es el silencio. Puede intentar engañársele, también. Se deja caer como por casualidad el libro de cabecera en el suelo. Pero, horror, el libro cae dentro del silencio y se pierde en la muda y quieta vorágine de éste. ¿Y si un pájaro enloquecido cantara? Esperanza inútil. El canto apenas atravesaría como una leve flauta el silencio. Entonces, si se tiene valor, no se lucha más. Se entra en él, se va con él, nosotros los únicos fantasmas de una noche en Berna. Que entre. Que no espere el resto de la oscuridad delante de él, sólo él mismo. Será como si estuviéramos en un navio tan descomunalmente grande que ignoráramos estar en un navio. Y éste navegara tan largamente que ignoráramos que nos estamos moviendo. Más de eso, nadie puede. Vivir en la orla de la muerte y de las estrellas es una vibración más tensa de lo que as venas pueden soportar. No hay, siquiera, un hijo de astro y de mujer como intermediario piadoso. El corazón tiene que presentarse frente a la nada sólito y sólito latir alto en las tinieblas. Sólo se escucha en los oídos el propio corazón. Cuando ést…
| No te quedes inmóvil | | | al borde del camino | | | no congeles el júbilo | | | no quieras con desgana | | | no te salves ahora | | | ni nunca | | | no te salves | | | no te llenes de calma | | | no reserves del mundo | | | sólo un rincón tranquilo | | | no dejes caer los párpados | | | pesados como juicios | | | no te quedes sin labios | | | no te duermas sin sueño | | | no te pienses sin sangre | | | no te juzgues sin tiempo | | | pero si | | | pese a todo no puedes evitarlo | | | y congelas el júbilo | | | y quieres con desgana | | | y te salvas ahora | | | y te llenas de calma | | | y reservas del mundo | | | sólo un rincón tranquilo | | | y dejas caer los párpados | | | pesados como juicios | | | y te secas sin labios | | | y te duermes sin sueño | | | y te piensas sin sangre | | | y te juzgas sin tiempo | | | y te quedas inmóvil | | | al borde del camino | | | y te salvas | | | entonces | | | no te quedes conmigo. | ★ Support this podcast ★…
L
Lecturas y fonemas

Dicha Mi corazón olvida y asido de tus pechos se adormece: eso que fue la vida se anubla y oscurece y en un vago horizonte desparece. De estar tan descuidada del mal de ayer y de la simple pena, pienso que tu mirada -llama pura y serena- secó del llanto la escondida vena. En su dicha perdido, abandonado a tu dulzura ardiente, de sí mismo en olvido, el corazón se siente una cosa feliz y transparente. La angustia miserable batió las alas y torció la senda; ¡oh paz incomparable! un día deleitable nos espera a la sombra de tu tienda. La más cruel amargura con que quieras herirme soberano, se henchirá de dulzura como vino temprano apurado en el hueco de tu mano. hiere con saña fuerte si sólo no desciñes este abrazo, que aun la faz de la muerte -con ser tan duro lazo- pienso que ha de reír en tu regazo. 25 de octubre, 1940 ★ Support this podcast ★…
Hola, les traigo una lectura imperdible de una de mis favoritas en temas de amor romántico y crítica social: Coral Herrera. El texto fue publicado aquí: https://www.pikaramagazine.com/2014/02/lo-romantico-es-politico/ y la página de Coral por si gustan leer más cosas de lo que escribe: https://haikita.blogspot.com/ Escuchen con atención y compartan si les gusta, amo principalmente la crítica que hace hacia lo capitalista y lo que nos quieren vender que es el amor y también cuando dice que si nos juntarámos y aprendiéramos que el amor no sólo se da de uno a uno sino que mieentras más seamos los que estemos unidos, más difícil será controlarnos. Ojalá puedan reflexionarlo. Les quiero, saludos. [Dame tu amor, invítame un café: ko-fi.com/lecturasyfonemas - Ko-fi ❤️ ] ★ Support this podcast ★…
Además de revolucionario, el subcomandante Marcos escribe cosas cursis y sutilmente eróticas. Desde que la leí me enamoré y la escuché en su voz unas cien veces, después decidí que también mis labios la querían acariciar y leerla en voz alta para ustedes, ojalá les guste. En la página de https://enlacezapatista.ezln.org.mx/ encuentran más de sus textos. La carta que el Sup escribió para que Elías Contreras le entregara, como si propia fuera, a La Magdalena. Magdalena: Te vi de madrugada. Escondida o encerrada estabas en una torre de calendarios y geografías absurdas que me decían que no era bienvenido. Pero, apenas un momento, y te asomaste entera, hermosa y desnuda de prejuicios, luchando a favor de este nadie que soy y rescatándome de una noche ajena. Yo me quedé temblando, aún lo estoy. Deslumbrado todavía, en los pasos que siguieron y dimos juntos, lo que antes entró por la mirada, suavemente se llegó a mi pecho por camino desconocido. Te vi, y yo pensé que eso me bastaría, que tu imagen sería suficiente para tomar fuerza y alejarme para que, cuando el tiempo pidiera cuentas, el saldo fuera apenas un recuerdo de la tormenta que por cabellos llevas, el collar de besos que imaginé para tu cuello. Pero no, no fue suficiente. Necesito colgarte cien suspiros al oído y recorrer tu geografía con mis labios. Y necesito que mis manos se dibujen en tu cintura y tus caderas, que mi sed encuentre alivio entre tus piernas, que renazcan mis dedos sobre tus senos, que tu boca me diga lo que no me dirán tus palabras, que mi piel más sombra sea en la luz de la tuya. Ya nada basta. No basta con que sueñe que te tomo por la cintura, que te acerco a mí y que a tu cuello llega mi aliento, que dudan mis manos entre uno y otro pecho, que me restriego a tus caderas y que tu humedad me guía. No basta con pensar que tu tormenta me estalla en la cara, ni que me piense y te piense conmigo dentro, con el deseo montado en piernas y caderas, corriendo a ninguna parte, atento al gesto que en gemidos dibujas. No basta imaginar que me tienes, que me enseñas a encontrarte, que me haces hacerte, que te dibujas entre mis brazos, que tiemblas y me tiemblas. No basta que reconstruya en la mente lo que tal vez no pasará nunca: el quitarte la ropa y los miedos, el desnudarte las ganas, el abrirte por el vértice sombreado, todo deseo, todo misterio, el entrarte hasta el sitio que anule por fin toda razón y que sólo la carne mande. No basta que trate de distraerme detrás de las palabras que arrojas, fallidas puertas de salida, ventanas que no invitan a asomarse siquiera, paredes cerradas. He tratado de tomar distancia, de hacer complicadas cuentas de días, kilómetros, horas, calles frías, laberintos, olvidos. Consulté mapas que confirman que el tuyo es otro mundo. Ha sido inútil. Esta mañana, por ejemplo, me he hecho el firme propósito de tomar distancia, anteponer un montón de razones para irme ya alejando y decir adiós sin palabras, que siempre es el adiós más difícil, el más artero. Pero apenas te he visto y he olvidado hasta la hora. Bastó que desde lo lejos intuyera una tormenta, para que botara propósitos y razones, para que el corazón y las ganas se desbocaran, y para que un cuello suspirado me robara todo el aliento. Magdalena, yo sólo quería decirte que me gustas y que quería acercarme a ti. Pero acercarme como un hombre se acerca a una mujer que le gusta. Algo así como tomarte de la cintura y acercar tus pechos al mío, acercarme a tu cuello, decirte algo tierno y dulce al oído, mordisquear las manzanas de tus mejillas y llegar a tus labios con un beso, imaginarte un jadeo si mis manos te rehicieran los senos, intuirte un sueño si mi abrazo te tomara prisionera la cintura, soñarte soñando conmigo dentro y dentro mío. ¿Hago mal en desearte, en que mi piel quiera tocarse en la tuya, en buscarte para encontrarte como se encuentran un hombre y una mujer que se gustan, es decir,…
L
Lecturas y fonemas

Hola, en esta ocasión quise hacer algo diferente, te leo fragmentos de un libro con la finalidad de que te genere ganas de leerlo completo. Este libro habla de los efectos de la pandemia, pero hace mención de los 3 grandes poderes de dominación mundial: capitalismo, patriarcado y colonialismo. Una chulada, si te gusta comparte, suscríbete y dale mucho amor. Lean e infórmense ♥ [¿Te gustó? Dame amor, invítame un café: ko-fi.com/lecturasyfonemas - Ko-fi ❤️ ] ★ Support this podcast ★…
Salimos del amor como de una catástrofe aérea Habíamos perdido la ropa los papeles a mí me faltaba un diente y a ti la noción del tiempo ¿Era un año largo como un siglo o un siglo corto como un día? Por los muebles por la casa despojos rotos: vasos fotos libros deshojados Éramos los sobrevivientes de un derrumbe de un volcán de las aguas arrebatadas y nos despedimos con la vaga sensación de haber sobrevivido aunque no sabíamos para qué. [¿Te gustó? Dame amor, invítame un café: ko-fi.com/lecturasyfonemas - Ko-fi ❤️ ] ★ Support this podcast ★…
Cada trazo y cada camino que terminamos recorriendo, despiden ecos de algo distinto que se quedan grabados como serpientes en arena, silenciosas, y a su vez van dejando huellas, huellas que permanecen grabadas en cemento, grabadas en la memoria, sigilosas para aparecer en los momentos más inesperados: un cuento, un corazón, un cerebro, una materia prima para crear algo nuevo... Que finalmente después de cierto tiempo será abandonado, olvidado, sepultado abajo de los nuevos palacios que vienen y desbancan los suelos viejos que existían ahí antes que ellos y estos a su vez, desbancan a los demás y formando olas y desfiguros, se vuelven muy difíciles de arreglar. Algo más que es difícil, es encontrar los pasados que queremos componer. Tanta pintura sobre la fachada desgastada impide y modifica la respiración del alma, esa bestia sagrada que cambia para siempre y muy rara vez dormita. Nada nos garantiza que tendremos lo que tenemos, nada nos garantiza una vida segura, tampoco sabemos si tendremos pensamientos que lleven a una espiritualidad iluminada, nada nos garantiza la paz. Pienso en que no somos dueños de lo que ya logramos. Nada nos garantiza que seguiremos siendo los mismos, pero siempre tendremos las huellas, esas huellas para recordarnos de dónde y porque vinimos hasta aquí. - Omar Rodríguez López (El Trío de Omar Rodríguez-López) [¿Te gustó? Dame amor, invítame un café: ko-fi.com/lecturasyfonemas - Ko-fi ❤️ ] ★ Support this podcast ★…
Texto publicado y escrito por Iris, en su Medium, puedes leerlo completo acá: Escondites y refugios. | by Anthologyris 🍂 | Medium [¿Te gustó? Dame amor, invítame un café: ko-fi.com/lecturasyfonemas - Ko-fi ❤️ ] ★ Support this podcast ★
Poema de "El libro de las horas" (1095) En este momento la hora se inclina y me toca con su lúcido anillo metálico mis sentidos vibran. Se forma el sentimiento: Yo puedo- y palpo el día elástico. Nada estaba completo antes de ser visto por mí, todo ir y venir ahora yace quieto. Mis ojos están maduros y todo lo que desean se acerca como una novia. Nada es demasiado pequeño: contra un fondo de oro lo pinto grande y amoroso y lo sostengo en alto, nunca sabré de quién es el alma que puede liberar. * Estoy en el extremo del siglo, Uno puede sentir el viento de una gran página- que Dios y tú y yo hemos llenado de escritura- girando por lo alto en manos extrañas ahora. Uno puede sentir el resplandor de esta hoja nueva, en la que todo puede inscribirse aún. Las fuerzas silentes ponen a prueba su rango y se miran entre sí oscuramente. * Tu primera palabra fue Luz : y el tiempo comenzó. Tu segunda palabra fue el Hombre y el miedo se esparció (todavía nos ensombrecemos ante su sonido) antes de que tu rostro retomara su creación. Y por ello temo tu tercera. Seguido rezo en la noche: sé el mudo, el que crece firme en gestos y es movido por el espíritu en los sueños a inscribir la onerosa suma del silencio en lo alto de las montañas y en las frentes humanas. Sé el refugio de la ira que expulsó lo inefable. La noche cayó en el Paraíso: sé el pastor cuyo cuerno suena una sola vez- pero sólo como cuentan nuestra antiguas historias. * Si hubiera crecido en otra tierra, una con días más ligeros y horas más sutiles, habría hecho para ti una fiesta singular y mis manos no te habrían sostenido con temor y tensión, como suelen hacerlo. Habría sido valiente y te habría consentido, a ti Ahora ilimitado. Te habría lanzado como una bola hacia todo deleite ondulatorio, para que alguien te pudiera atrapar y saltara con las manos en alto para contener tu caída, tú cosa de todas las cosas. Te habría hecho brillar y surcar por el aire como un sable. Habría hecho que tu fuego se renovara en un gran anillo dorado. y habría hecho que se sostuviera en la más blanca mano. Te habría pintado: no en la pared sino en el cielo, de extremo a extremo, y te habría esculpido, de la forma en que un gigante te esculpiría: el pico de una montaña, un fuego radiante, un simún irrumpiendo en la arena del desierto- o en verdad tal vez te encontré una vez… Mis amigos de la infancia están lejos; apenas puedo seguir escuchando sus risas y tú: te has caído del nido eres una joven ave y tienes garras amarillas y ojos grandes y atraviesas mi corazón. (Mis manos deben parecer gigantes.) Y la punta de mi dedo eleva una gota del pozo y escucho, escucho, algún sonido de tu sed escucho tu corazón y el mío palpitando de temor. * Vivo mi vida en círculos crecientes que se esparcen por todo lo que me rodea. Quizá no logré el verdadero final pero eso será mi meta. Circulo a Dios, rodeando la antigua torre, llevo dando vueltas un eón, y todavía no lo sé: ¿soy un águila, una tormenta o una soberana canción? * Tengo muchos hermanos que usan sotanas ligeras en el sur, donde hay laureles en los claustros. Sé cuan humanas hacen sus madonas, y sueño seguido con jóvenes tizianos entre los cuales Dios se mueve como una flama pura.…
Las aguas del mar Ahí está él, el mar, la más ininteligible de las existencias no humanas. Y aquí está la mujer, de pie en la playa, el más ininteligible de los seres vivos. Como el ser humano hizo un día una pregunta sobre sí mismo, volviéndose el más ininteligible de los seres vivos. Ella y el mar. Sólo podría haber un encuentro de sus misterios si uno se entregara al otro: la entrega de dos mundos incognoscibles hecha con la confianza con que se entregan dos comprensiones. Ella mira el mar, es lo que puede hacer. Y su mirada está limitada por la línea del horizonte, es decir, por su incapacidad humana de ver la curvatura de la Tierra. Son las seis de la mañana. Sólo un perro suelto vaga por la playa, un perro negro. ¿Por qué un perro resulta tan libre? Porque él es el misterio vivo que no se indaga. La mujer vacila porque va a entrar. Su cuerpo se consuela con su propia exigüidad en relación con la vastedad del mar porque es la exigüidad del cuerpo lo que le permite mantenerse caliente y es esa exigüidad que la vuelve pobre y libre, con su parte de libertad de perro en las arenas. Ese cuerpo entrará en el ilimitado frío que sin rabia ruge en el silencio de las seis. La mujer no lo sabe, pero está realizando una hazaña. Con la playa vacía a esa hora de la mañana, ella no tiene el ejemplo de otros seres humanos que transforman la entrada en el mar en simple juego liviano de vivir. Ella está sola. El mar salado no está solo porque es salado y grande, y eso es una realización. A esa hora ella se conoce menos todavía de lo que conoce el mar. Su hazaña es, sin conocerse, entretanto, proseguir. Es fatal no conocerse, y no conocerse exige valor. Va entrando. El agua salada está tan fría que le eriza en ritual las piernas. Pero una alegría fatal —y la alegría es una fatalidad— ya la posee, aunque todavía no se le ocurra sonreír. Por el contrario, está muy seria. El olor es de una marejada atontadora que la despierta de sus más adormecidos sueños seculares. Y ahora ella está alerta, aun sin pensar. La mujer es ahora compacta y leve y aguda; se abre camino en la gelidez que, líquida, se opone a ella, mientras la deja entrar, como en el amor, en que la oposición puede ser una petición. El camino lento aumenta su valor secreto. Y de repente ella se deja cubrir por la primera ola. La sal, el yodo, todo líquido, la dejan por un instante ciega, escurriéndose (espantada, de pie, fertilizada). Ahora el frío se convierte en hielo. Avanzando, ella abre el mar por el medio. Ya no precisa valor, ahora ya es antigua en el ritual. Baja la cabeza dentro del brillo del mar, y retira una cabellera que sale escurriéndose sobre los ojos salados que arden. Brinca con la mano en el agua, pausada, los cabellos al sol, casi inmediatamente endurecidos por la sal. Con la concha de las manos hace lo que siempre hace en el mar, y con la altivez de los que nunca dan explicaciones ni a ellos mismos: con la concha de las manos llenas de agua, bebe en grandes sorbos, buenos. Era eso lo que le faltaba: el mar por dentro como el líquido espeso de un hombre. Ahora ella está toda igual a sí misma. La garganta alimentada se contrae por la sal, los ojos enrojecen por el sol, las olas suaves la golpean y retroceden, pues ella es una muralla compacta. Se sumerge de nuevo, de nuevo bebe, más agua, ahora sin ansiedad, pues no precisa más. Ella es la amante que sabe que lo tendrá todo, otra vez. El sol se abre más y la eriza, al secarla, ella se sumerge de nuevo; está cada vez menos ansiosa y menos aguda. Ahora sabe lo que quiere. Quiere quedar de pie, parada en el mar. Así queda, pues. Como contra los costados de un navio, el agua bate, vuelve, bate. La mujer no recibe transmisiones. No precisa comunicación. Después camina dentro del agua, de regreso a la playa. No está caminando sobre las aguas —ah, nunca haría eso después de que hace miles de años ya alguien caminara…
De ti lo habría amado todo: tu cabeza como luz de topacio en el hastío, el llanto, la caricia, la palabra brutal, la soga que amansara mis ímpetus cerriles y, sobre todo, el hijo. Ese mar que juntara la turbulencia de nuestras dos avideces. Ese mar donde irían haciéndose profundos de ternura los ojos. Pero ni tú ni yo vivimos el momento propicio para amarnos. De paso en paso, un abismo, en cada oreja, una espina, en cada latido, un monte de zozobra quebrantando el resuello. Y de qué sirve odiar, forzar, hacerse añicos dentro si todo es ir buscándonos, arropándonos para evadir el cierzo de la muerte que llega. Lucha por subsistir, por mirar nuestro polvo crecerse en otro polvo para encontrar de nuevo la oquedad amorosa que libre a los sentidos de la asfixia más pura de la muerte: la soledad. Pero hay quienes nacimos para morir en nuestro propio cuerpo. No hay puertas. No hay ventanas. Las ventanas incitan sin saciarnos. Las puertas nos liberan. Mas no hay puertas ni ventanas. Hay la fiebre en los ojos que va tras de la luz estremeciéndose. Hay la sangre a galope. El desvaído paso recorriendo las calles aturdidas de sinfonolas, magnavoces, estridencias de claxon. Y el viento barriendo hojuelas doradas de elote en el mes de junio. Y la fresca respiración de un cine donde ruedan botellas de cocacola y envolturas de Milky Way, y la arena caliente del aire sofocado. Y el amor, ¿dónde? Y los amantes, ¿dónde? Y tú, amor, viento, canto… ¿dónde? Enriqueta Ochoa - 1952 [¿Te gustó? Dame amor, invítame un café: ko-fi.com/lecturasyfonemas - Ko-fi ❤️ ] ★ Support this podcast ★…
L´obscurité des eaux (La oscuridad de las aguas) Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis aguas, me digo mis silencios. Toda la noche espero que mi lenguaje logre configurarme. Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia desconocida. A mí me han dado un silencio pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada como el único pájaro en el viento. - Alejandra Pizarnik ★ Support this podcast ★…
به Player FM خوش آمدید!
Player FM در سراسر وب را برای یافتن پادکست های با کیفیت اسکن می کند تا همین الان لذت ببرید. این بهترین برنامه ی پادکست است که در اندروید، آیفون و وب کار می کند. ثبت نام کنید تا اشتراک های شما در بین دستگاه های مختلف همگام سازی شود.